La Nutrición Personalizada es uno de los objetivos principales de la actual ciencia del deporte. Un@s pensarán que ya podemos ofrecer una personalización adecuada de las pautas nutricionales, otr@s que todavía nos queda un mundo para llegar a ello. Sin entrar a valorar esta cuestión, creo sinceramente que uno de los pasos "obligados" hacia este objetivo pasa por conseguir medir o cuantificar los niveles de Glucógeno Muscular de una manera válida, sencilla y aplicada. Si se consigue esto, estaremos acercándonos, ahora sí, de una manera más real que nunca, a lo que llamamos Nutrición Personalizada.
Si has leido este Blog en alguna otra ocasión, ya conocerás olgadamente el papel del Glucógeno, no solo en la provisión energética del/la deportista, sino en la regulación de distintos procesos fisiológicos y metabólicos de l@s mism@s. Si todavía no lo conoces, te recomiendo que empieces por leer esta entrada sobre sus funciones.
Por ello, podrás entender la importancia de conocer de una manera, como mínimo precisa (valido no es igual a preciso) y a poder ser válida (sería ideal), cuánto Glucógeno almacena un/una deportista en distintas situaciones, músculos y regiones musculares.
Recordemos que actualmente sobre el Glucógeno existen tres principales líneas de interés:
Infografía sobre la Hipótesis del Umbral de Glucógeno - Viribay A - Glut4Science
Por lo tanto, conocer la cantidad de Glucosa ramificada que nuestr@ deportista almacena en el músculo, principalmente, nos permitiría conocer su "preparación energética" para una competición o entrenamiento y asegurarnos, así, que está en su mejor situación posible (llen@ de Glucógeno, con los depósitos optimizados al máximo). Pero además, y más importante, nos permitirá optimizar el entrenamiento y las estrategias nutricionales en función de las respuestas individuales ante distintas situaciones. Esto, sin duda, además de ofrecer un aprendizaje único de cada atleta, permitirá avanzar en el conocimiento del metabolismo del ejercicio físico y el rendimiento deportivo. Además, atendiendo al tercer punto, nos permitiría afinar en las metodología para trabajar estrategias nutricionales específicas como el "Train Low" o el Entrenamiento del Sistema Digestivo de una manera más exacta y asegurando un trabajo adecuado, así como investigar los efectos sobre distintos tipos de intervenciones de entrenamiento y nutrición para entender las verdaderas respuestas y adaptaciones a este tipo de trabajo.
Más específicamente, y aunque estos tres puntos, por sí mismoms ya pueden ser considerados como "claves", la aplicación de esta posible herramienta podría ayudar a l@s profesionales y deportistas en muchos otros aspectos relacionados con el rendimiento y, por qué no, con la salud y la enfermedad. Limitándome a los primeros, se podrían mejorar las estrategias de recuperación, las estrategias de hidratación (recordemos la cantidad de agua que es almacenada en el Glucógeno y que es fundamental para su adecuada síntesis), la carga interna de entrenamientos, la pauta nutricional durante el ejercicio, la progresión del entrenamiento, la mejora en la capacidad de almacenaje del Glucógeno y un largo etc. que sería, según mi opinión, lo que describiese la verdadera Nutrición Personalizada.
Además, más allá de las aplicaciones reales en el campo, la investigación daría un paso hacia adelante que supondría una auténtica revolución a la hora de entender no solo la nutrición, sino también el propio entrenamiento y sus variables.
Sin embargo, y a continuación veremos cuál es la situación actual en el tema, la medición del Glucógeno se enfrenta a limitaciones o complicaciones que suponen un interesante reto metodológico. ¿Por qué?
Por todo ello, lo ideal es dar con una herramienta fácil, disponible y sencilla de usar que permita medir muchas veces, de una manera fiable y a poder ser válida, y en distintas regiones musculares, para poder extraer conclusiones personalizadas (no creo que puedan ser generalizadas) de cada deportista.
Esto es, efectivamente, "la carta a los reyes magos", pero... ¿en qué situación estamos ahora mismo?
Actualmente existen distintos métodos de medición que están siendo estudiados, intentando ser validados y expuestos a comparación entre unos y otros. Pero sin duda los dos métodos más importantes, desde el punto de vista de la aplicabilidad y validez, son actualmente el Ultrasonido Musculoesquelético y la Biopsia Muscular.
Esta última es considerada, lógicamente, el Gold Standard para la medición de Glucógeno. Y digo lógicamente por que es la única metodología que extrae realmente el Glucógeno almacenado en una célula (se extrae una parte del músculo) y lo cuantifica mediante distintos métidos bioquímicos. Hasta aquí puedo estar de acuerdo en cuanto a su condición de "prueba patrón", pero a partir de aquí y en lo que respecta a la extrapolación y conclusión de los resultados, considero que no es una prueba de referencia, ya que como has visto antes (las razones arriba comentadas) la homogeneización de los niveles de glucógeno en el músculo es casi imposible.
¿Cómo vamos a extraer conclusiones reales, entonces, de un pequeño trozo de músculo? Por desgracia, y aunque no se le vea aplicabilidad, esto es lo que tenemos actualmente y he de decir, también, que aún con estas pequeñas muestras y las dificultades que presentan, l@s científic@s están consiguiendo extraer conclusiones y aplicaciones absolutamente increibles. ¡Gracias, ojalá pudiera yo tener esta capacidad!
Por ello, precisamente, es importante dar con una herramienta que permita cuantificar tantas veces como se quiera y en cualquier situación (cosa que es inviable con la biopsia) los niveles de Glucógeno en cualquier región muscular. Ahora mismo, la metodología que más se acerca a este propósito, es el Ultrasonido Musculoesquelético.
Aquí llega el momento de nombrar a Iñigo San Millán, y es que él ha sido uno de los creadores (la mente pensante) de una herramienta basada en la medición mediante el ultrasonido que, además, ya está en el mercado disponible y se utiliza con much@s atletas de élite. Sin embargo, ésta está siendo sometida a múltiples críticas, validaciones y opiniones contrarias que hacen que haya cierta sospecha sobre su validez y aplicabilidad (en el siguiente punto analizaré la situación).
Para conocer ambos métodos de cuantificación, deberíamos de entender las características principales de cada uno de ellos. ¡Vamos a ellos!
Ahora que ya conocemos los dos principales métodos, ¿qué pasa con la comparación entre ambos? Este es, precisamente, el tema caliente de la ciencia que está generando, incluso, debates y enfrentamientos entre los distintos grupos de investigación que se dedican a ello. Vamos, por lo tanto, a ver en qué punto estamos actualmente.
Recientemente se publicó un estudio que "desvalorizaba" por completo el Ultrasonido Musculoesquelético propuesto por San Millán, debido a la "no validación" del mismo frente a la biopsia. Este estudio fue realizado por el grupo de la Universidad John Moores de Liverpool liderado por James Mortón que, por cierto, han sido los que más han publicado sobre el tema en los últimos 5 años con un éxito increible. En el estudio se comparaban ambos métodos y sus mediciones y se llegaba a la conclusión de que los resultados no se correspondían entre sí, por lo que el Ultrasonido no era válido, respecto al Gold Standard en la medición de Glucógeno. Así mismo, un grupo de expertos científicos reaccionó publicando un comentario a un estudio publicado por San Millán sobre el contenido de Glucógeno en futbolistas profesionales. En este comentario se criticaba con argumentos la metodología y se volvía a dejar en evidencia la validación de la misma.
El primer estudio parece tener ciertas limitaciones y errores que han sido descritos tanto por el propio San Millán, como por otros profesionales del campo. Todas ellas fueron mencionadas por el autor en Twitter. Entre lo más reseñable, se encontraba la antiguedad del estudio y la utilización de una escala que no era la adecuada. Además, según él se cometió un error metodológico serio, ya que se extrapolaron los resultados de una pequeña muestra de biopsia, algo que como ya hemos visto en esta entrada, no parece ser lo más adecuado. Tal y como decía el propio San Millán, la escala actualmente utilizada es totalmente válida y así lo ha demostrado él en un estudio de validación respecto a la biopsia, realizando ambas mediciones en el mismo punto y tiempo. En cuanto al comentario, San Millán respondió con una réplica en forma de artículo científico en la que argumentaba, de nuevo, la validez de esta técnica. Como argumento principal utilizaba los dos estudios de validación publicados en el campo científico sobre la técnica. De los dos, uno es de los creadores de Musclesound (Hill y San Millán), y el otro es de un grupo de investigación americano independiente al proyecto y liderado por un investigador referente en el campo.
Por lo tanto, estamos en un punto en el que si bien la ciencia no permite identificar o conocer los distintos métodos y sus "intringulis", cavando más profundo se pueden extraer conclusiones interesantes como las que he tratado de exponer en esta entrada. Actualmente tenemos un prometedor método no invasivo como es el Ultrasonido que pretende ser una herramienta referente que nos permita avanzar en el conocimiento de la nutrición y el entrenamiento.
No obstante, todavía quedan muchos pasos que dar en este sentido y una validez adecuada respecto a la biopsia es, considero, el primero de ellos.
¿Te imaginas poder monitorizar los niveles de energía de un/a deportista y las posibilidades que esto ofrecería? Pues, sinceramente, creo que estamos en el camino.
Sobre este tema y debate, precisamente, hablo en mi curso sobre Entrenamiento del Sistema Digestivo que está disponible en este LINK. Si quieres saber más sobre ello, te recomiendo que pinches en el link y pidas toda la información posible. Si no estoy equivocado, en Mayo se abre una nueva convocatoria.
Como siempre te digo... ¡Muchas gracias por estar ahí! Espero verte en la siguiente entrada.
Referencias:
Artículos relacionados:
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Euskaraz:
Hola Ibai, Primero agradecerte el trabajo divulgativo que haces, me parece muy interesante así que enhorabuena. En varios de tus artículos haces referencia a que el contenido de glucógeno muscular puede estar relacionado o directamente linkado con las adaptaciones celulares o mitocondriales. En este en concreto hablas del Umbral de Glucógeno de Impey. Actualmente me encuentro investigando sobre ese tema en concreto, y sinceramente creo que en concreto ese umbral y esa relación directa con la adaptaciones celulares musculo esqueléticas no está tan claras, hace falta más investigación para establecer dicho Umbral. Hace poco escribimos un Journal Club precisamente sobre eso, te animo a que le eches un vistazo. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31803939 Un saludo. Javier Diaz Lara
Javier Diaz
Buenas Javier, muchas gracias por tu comentario, lo aprecio mucho. Lo primero decirte que soy Aitor, no Ibai (jeje no pasa nada por el lapsus). Respecto a lo que comentas, efectivamente estos mecanismos moleculares encontrados en múltiples investigaciones parece que no se relacionan con efectos superiores a nivel fisiológico y metabólico (que en realidad es lo que interesa). Para entender esto, escribí este post que a lo mejor te interesa leer, donde lo explico al final del post: https://glut4science.com/publicaciones/fisiologia-del-ejercicio/train-low-bases-moleculares-adaptaciones-celulares/65 . Los contenidos del Blog avanzan, como es lógico, con la ciencia. De todos modos, el umbral de glucógeno siempre me ha parecido una hipótesis muy válida (aunque habrá que ver si es viable), tanto en valores reducidos como en valores elevados, ya que se esta viendo como el Glucógeno cumple distintas funciones (contracción muscular, regulador metabólico, señalizador, etc.), también dependiendo de su localización en torno a la célula muscular (subsarcolemal, inermiofibrilar e intramiofibrilar), como bien sabrás. Muchísimas gracias y felicidades por tu artículo, la leeré con mucho interés. Ojalá pudiera yo también aportar a la ciencia de esta manera, siento envidia sana en ese sentido. Un saludo
Aitor Viribay - Glut4Science.